
El derecho a un océano limpio, sostenible y saludable
Proteger los océanos: una cuestión de derechos humanos y medioambientales
La interdependencia entre el océano, los derechos humanos y nuestro bienestar
Los seres humanos dependen íntimamente de los océanos, no solo para su suministro de alimentos sino también para la regulación esencial de nuestro clima. Los océanos son los pulmones azules de nuestro planeta; sostienen una biodiversidad incalculable y ofrecen beneficios culturales, económicos y recreativos irremplazables.
Sin embargo, estos ecosistemas marinos están gravemente amenazados por múltiples presiones: la contaminación por plásticos, el cambio climático, la sobrepesca, la industrialización costera, la degradación de los hábitats marinos y una pérdida acelerada de biodiversidad.
El papel vital del océano en la regulación climática
Los océanos absorben alrededor del 90% del exceso de calor generado por nuestras emisiones de gases de efecto invernadero, desempeñando un papel absolutamente crucial en la estabilización del clima global. Cada día, la quema cada vez mayor de combustibles fósiles libera más dióxido de carbono, intensificando el efecto invernadero y calentando el planeta. Cuando los océanos absorben demasiado calor, su capacidad para regular el clima se debilita, comprometiendo su equilibrio ecológico vital.
Estas crisis ecológicas amenazan directamente nuestros derechos humanos fundamentales, poniendo en peligro los medios de subsistencia, la seguridad alimentaria y el bienestar de comunidades enteras en todo el mundo.
Reconocer el derecho a un océano limpio, sano y sostenible: una necesidad urgente
Por eso debemos reconocer el derecho a un océano limpio, sano y sostenible como parte integral del derecho a un medio ambiente limpio, sano y sostenible. Dado que la atención a menudo se centra en la parte terrestre del planeta en la lucha ambiental, es particularmente importante resaltar la especificidad e importancia de los océanos.
Al igual que el derecho a un medio ambiente sano, el derecho a un océano sano está profundamente interconectado con varios otros derechos humanos fundamentales: el derecho a la vida, la salud, la alimentación, el agua y un nivel de vida adecuado. También abarca derechos procesales esenciales, como el acceso a la información ambiental, la participación pública en la toma de decisiones y el acceso a la justicia.
Expertos internacionales en derechos humanos y defensores del medio ambiente coinciden cada vez más en la necesidad urgente de proteger este derecho, especialmente en el contexto de la gestión de nuestros océanos.
Los beneficios concretos del derecho a un océano limpio, sano y sostenible
Reconocer el derecho a un océano limpio, sano y sostenible ofrecería múltiples ventajas:
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Aseguraría obligaciones claras para los Estados. Estas obligaciones incluirían la prevención de la degradación marina, la promoción de la biodiversidad, la gestión sostenible de la pesca y la mitigación de los impactos del cambio climático.
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Fomentaría el desarrollo de procesos de toma de decisiones más inclusivos, asegurando que los grupos vulnerables y marginados —especialmente aquellos que dependen del mar o viven en zonas costeras— puedan acceder a la información, participar de manera significativa en las decisiones y obtener justicia.
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También permitiría responsabilizar al sector privado por sus impactos ambientales, exigiendo a las empresas que ejerzan la debida diligencia e implementen mecanismos de reclamación transparentes.
En general, este derecho apoya los esfuerzos mundiales para combatir el cambio climático, proteger la biodiversidad y promover el desarrollo sostenible, contribuyendo a la protección de las generaciones actuales y futuras.
Fuentes :
1. The human right to a clean, healthy, and sustainable ocean, Nathan J. Bennett, Elisa Morgera & David Boyd
2. La página web sobre derechos medioambientales de : Environmental and Human Rights Law | One Ocean Hub
3. A/HRC/58/59: El océano y los derechos humanos - Informe de la Relatora Especial sobre el derecho humano a un medio ambiente limpio, saludable y sostenible, Astrid Puentes Riaño
